martes, 13 de mayo de 2008

ASEXUALIDAD

Los asexuales son personas normales que no sienten deseo por el placer sexual; no sienten atracción sexual hacia ninguna persona que les rodea y no encajan dentro de ninguna orientación sexual definida porque no es habitual que suelan enamorarse o tengan pareja.
Se sienten a gusto en soledad y aislándose de la gente; sin embargo se muestran socialmente muy activos y cultivan un gran grupo de amigos que sepan comprenderles y apoyarles. Los asexuales tienden a crear un lazo afectivo hacia su pareja (si la tienen), aunque éste no implique el sexo de por medio. Algunos asexuales incluso se involucran sentimentalmente con otras personas, pese a que la barrera de amistad y relación no queda definida muy claramente y puede resultar ambigua.
Debate
Pese a que muchas personas no se sienten atraídas por nadie, poca gente se considera asexual; porque no es una orientación reconocida. Se calcula que entre el 1 y el 3% de la población total del planeta es asexual. Habitualmente son tratados como enfermos, locos o incluso que usan esa condición para encubrir su presunta homosexualidad. Pese a que existen tratamientos médicos para aumentar el apetito sexual, muchos asexuales rehúyen seguirlo al no considerarlo un problema ni físico ni psicológico.
Hay un gran desacuerdo acerca de si la asexualidad es una orientación sexual legítima. Hay quien argumenta que más bien sería una forma de deseo sexual inhibido. También se han sugerido otras causas entre las que se incluyen abusos sexuales en el pasado, represión sexual (ya sea ésta homosexual, bisexual o heterosexual), problemas hormonales, sublimación o no haber conocido a la persona adecuada.
Sin embargo muchos de los que se autodefinen como asexuales niegan que tales diagnósticos puedan aplicarse a ellos; otros argumentan que ya que su asexualidad no les produce ninguna angustia no debería ser vista como una enfermedad o un desorden emocional. Otro razonamiento es el de que en el pasado se dijeron cosas parecidas sobre la homosexualidad o la bisexualidad, que hoy día son consideradas orientaciones sexuales legítimas.
Debido a la escasa investigación que existe sobre el tema, hay poca evidencia que incline la balanza a favor de uno u otro punto de vista.

Investigación
Un estudio realizado en carneros demostró que entre un 2% y un 3% de los sujetos estudiados no mostraba ningún interés en acoplarse con miembros de cualquier sexo. Se realizó otro estudio con ratas y jerbos en el cual más de un 12% de los machos no mostraron interés por las hembras.Sin embargo, sus interacciones con los otros machos no fueron medidas, así que el estudio es muy limitado en lo que al tema de la asexualidad se refiere. (Westphal, 2004).
En un estudio británico que incluía una pregunta acerca de la atracción sexual, un 1% de los encuestados respondió que “nunca se sentía atraído por ninguna otra persona” (Bogaert, 2004). El Kinsey Institute (fundado por Alfred Kinsey) realizó un pequeño estudio sobre el asunto que concluyó que: “Los asexuales parecen caracterizarse más por un escaso deseo y excitación sexual que por niveles bajos de comportamiento sexual o niveles altos de represión sexual.” (Prause and Graham, 2002) Ese estudio también menciona un conflicto con respecto a la definición de "asexual": los investigadores encontraron cuatro definiciones distintas en la literatura, e indicaron que eran confusas si éstas se referían a asexual como una orientación.

Variaciones [editar]
Hay diferencias entre la gente que se define como asexual, principalmente referidas a la presencia o ausencia de apetito sexual o atracción romántica. Algunos sólo experimentan una de las dos, otros las dos y otros ninguna. Hay desacuerdo con respecto a cuál de estas configuraciones puede ser descrita genuinamente como asexual. Mientras que algunos creen que las cuatro pueden ser calificadas así, otros creen que para ser asexual se debe carecer de apetito sexual, atracción romántica o ambas.
El apetito sexual de estos asexuales no está dirigido hacia nada, sino que es un impulso de estimulación o descarga sexual; la excepción a lo anterior está en los fetichistas que orientan su deseo sexual hacia un fetiche más que hacia una persona, sin embargo este grupo de gente no se considera generalmente como asexual (aunque técnicamente puedan serlo) En cualquier caso el nivel del impulso sexual puede oscilar de débil a intenso o de escasa frecuencia. Algunos asexuales pueden experimentar sensaciones sexuales, pero no tener deseo de actuar sobre ellas, mientras que otros intentan conseguir la descarga sexual mediante el acto sexual.
Respecto de los asexuales que experimentan atracción romántica, ésta puede ser dirigida hacia uno o ambos géneros. Estos asexuales desean generalmente relaciones románticas (que pueden ir de vínculos informales al matrimonio) con su género o géneros preferidos, pero a menudo desearían que dichas relaciones no incluyeran actividad sexual. Según su orientación romántica algunos asexuales se definen a sí mismos como heterosexuales, homosexuales o bisexuales, esto está relacionado con el concepto de orientación afectiva.
Estos asexuales que desean relaciones románticas se encuentran en una postura difícil, ya que la mayoría de la gente no es asexual. Aunque estos asexuales sean capaces de tolerar el tener relaciones sexuales con sus compañeros no asexuales, estos pueden sentirse psicológicamente afectados al ver que son incapaces de resultarle atractivo a su pareja, haciendo difícil la existencia de un romance a largo plazo. Respecto de los asexuales que no pueden tolerar el sexo tendrán que elegir entre: llegar a un compromiso con su pareja para tener cierta cantidad de sexo de todos modos, permitir a su pareja tener relaciones sexuales con otras personas, encontrar a alguien que esté dispuesto a tener una relación sin sexo, comprometerse sólo con otros asexuales o bien permanecer solos.
Algunos asexuales usan un sistema de clasificación desarrollado (y más tarde retirado) por la Asexual Visibility and Education Network, una de las mayores comunidades asexuales online, (abreviada como AVEN) En este sistema, los asexuales se dividen en varios tipos de A a D: un asexual tipo A tiene apetito sexual pero ninguna atracción romántica, un tipo B tiene atracción romántica pero ningún apetito sexual, un tipo C tiene ambos, y un tipo D ni lo uno ni lo otro. Estas categorías no se fijan para ser enteramente discretas o fijas, ya que algún tipo puede cambiar o estar entre la frontera entre dos tipos. Hay que notar que la propia AVEN ya no usa este sistema por considerarlo demasiado estricto, pero hay un número de asexuales que siguen sintiendo que es un buen sistema para explicar su orientación.

Asexualidad y religión Según las creencias cristianas, aunque la Biblia no explica nada acerca de su vida sexual o privada, los ángeles serían asexuales ya que no mantendrían relaciones sexuales.
En otros credos, los niños son considerados un regalo de Dios que no debe ser rechazado, un medio de propagar la religión o ambas cosas; sin embargo hay que notar que algunos asexuales tienen hijos y que algunas religiones han elogiado tanto la asexualidad como los niños. Además ciertas creencias religiosas predican que la sexualidad es sagrada o un regalo divino: por ejemplo ciertos variedades de Tantra que implican el sexo y algunas nuevas formas de neopaganismo o religiosidad de la Nueva Era incluyen el concepto de sexualidad sagrada.
En cualquier caso, actualmente la asexualidad sufre poca condena religiosa.

Asexuales famosos Hay grandes evidencias circunstanciales acerca de que la gente de la siguiente lista son o eran asexuales. Sin embargo, conviene notar que sobre muchos de ellos también se ha especulado que pudieran ser homosexuales o bisexuales.
Isaac Newton
J. M. Barrie
George Washington Carver
Henry Cavendish (quizá padeciera autismo o una forma extrema de fobia social)
Frédéric Chopin (según su compañera durante 10 años,George Sand)
Paul Erdős
Glenn Gould
Adolf Hitler (discutido en el libro The Hidden Hitler)
Franz Kafka
Immanuel Kant
Christopher McCandless
Quietus
John Ruskin
António de Oliveira Salazar
Alberto Santos-Dumont
Erik Satie
George Bernard Shaw
Stephen Somerville
Jim Steinman
Sun Ra
Nikola Tesla
Carlos II de Suecia
Ralph Nader
Morrissey
Hans Christian Andersen